Los animales se convierten en un miembro más de la familia y quien ha pasado por la pérdida de una mascota sabe el dolor que supone esta situación. Te ayudamos a sobreponerte.
Los animales nos dan siempre un amor incondicional y por eso al poco tiempo de que lleguen a casa se convierten en un miembro más de la familia. Quien ha pasado por la pérdida de una mascota sabe el dolor que supone esta situación. No es fácil asumir que nuestro querido amigo ya no volverá, como tampoco volverán los infinitos momentos de alegría y cariño que nos regalaba cada día.
Muchas personas no entienden que haya quien sufre por la muerte de un animal, pero quien lo haya vivido conoce el sabor amargo de esta pérdida y la mezcla de sentimientos que puede generarnos. ¿Qué sentimos cuando fallece nuestra mascota? Cada persona tendrá un duelo distinto, pero, ante esta situación, se suelen experimentar cuatro sentimientos: la negación, la culpa, el enfado y la tristeza.
En un primer momento es común la negación, no aceptar que tu mascota se ha ido y que los paseos, la hora de la comida, los cepillados o el amor que te daba ha desaparecido. Incluso pasado tiempo, muchos dueños consideran que tener un nuevo animal sería serle infiel a la mascota fallecida. ¡Seguro que te ha pasado!
Otro sentimiento que suele presentarse es la culpa y se debe a que muchas personas se sienten responsables de la situación. Es injustificado y esto solo hace que la lucha se haga más complicada, ya que no somos responsables de la, por ejemplo, enfermedad que ha padecido nuestro conejo. También injustificado es el enfado que podemos expresar con el veterinario que no ha podido salvarle o con nosotros mismos si vemos que nuestro animal ha enfermado a pesar de que hemos intentado por todos los medios darle siempre los mejores cuidados.
Y, por último, el sentimiento de la tristeza que tendremos que saber asumir para que no nos consuma. No obstante, el siguiente estadio siempre será la aceptación y con ella llegará el recuerdo de lo que fueron grandes momentos con nuestra mascota. Y lo más importante es que siempre estará en nuestros corazones.
Por eso comprendemos tu dolor y queremos facilitar en la medida de lo posible este duro trance.